Hoy es uno de esos días. Por suerte, o por desgracia.
Hoy te extraño. Extraño verte y que me beses como sólo tú sabes hacerlo. Porque lo sabes, doy la vida por tus besos. Y te gusta, y me gusta.
Y cuando me miras el mundo desaparece. Y cuando escucho tu voz se hace silencio alrededor. Y el mundo vuelve a desaparecer.
Estoy repetitiva, lo sé. Y lo peor es que no te has ido. Que sigues conmigo. Que me quieres. Que te quiero. Y mucho. Como no te imaginas.
Lo peor es que sólo estas lejos: No sin mí, no sin ti. Sólo lejos.
Y la impotencia de que nos encontremos así.
3 comentarios:
Me encanta saber que soy aquel incauto al que le dedicas esta publicacion =)... me encanta ser auquel incautoq ue cayo en su propio juego... y no me arrepiento de haberlo hecho... me encanta ser aquel incauto porque simplemente me encantas
Siempre hay que tener paciencia en este tipo de situaciones, aunque a veces, Dios no la brinda.
Espero que no haya sido así con vos.
Tus textos son geniales!
Saludos :)
Pero os queréis, que es lo importante.
Publicar un comentario