25.8.11

Libres

Hoy no tengo ganas de brillar.
Perdóname, pero hoy pinto un matiz de grises en tono sepia, y tengo un adiós que no va a querer salir atrapado en la garganta.
Me pregunto en qué momento nos perdimos, y comprendo que a veces el camino es escarpado.
Y el sueño no me acoge, porque las penas de amor nunca duermen. Y se van contigo mis razones. No quiero sonar pesada, pero acabo de enterrar mis ganas junto a tu recuerdo, y le rezo al Dios en el que no creo para que sigas aquí. Y pienso...
No sé si me adelanto, o si se trata sólo de prepararme para lo que conozco inevitable. El corazón se defiende de mil maneras absurdas. Nunca eficaces, siempre dolorosas.
Sueño, cierro los ojos y los abro llenos de temor: Tengo miedo de verte besando otros labios. Y te reclamo eternamente aquel juego que ganamos perdiendo. Aunque el final sepa a derrota. Un sabor frío y metálico, siempre gris y silencioso.

15.8.11

Hoy, aunque no sea tarde ni haga frío

Hoy es uno de esos días. Por suerte, o por desgracia.

Hoy te extraño. Extraño verte y que me beses como sólo tú sabes hacerlo. Porque lo sabes, doy la vida por tus besos. Y te gusta, y me gusta.

Y cuando me miras el mundo desaparece. Y cuando escucho tu voz se hace silencio alrededor. Y el mundo vuelve a desaparecer.

Estoy repetitiva, lo sé. Y lo peor es que no te has ido. Que sigues conmigo. Que me quieres. Que te quiero. Y mucho. Como no te imaginas.

Lo peor es que sólo estas lejos: No sin mí, no sin ti. Sólo lejos.

Y la impotencia de que nos encontremos así.

Ahora que...

Ahora que está tan lejos el olvido,
ahora que me perfumo cada día,
ahora que, sin saber, hemos sabido
querernos, como es debido,
sin querernos todavía...

- Joaquín Sabina -